En la Región Semiárida Central (RSC) los suelos, por su génesis, tienen bajos niveles de materia orgánica y nitrógeno. A su vez, son altamente vulnerables a los dos tipos de erosión (hídrica y eólica). Por estas razones, la fertilización de cultivos es una práctica cada vez más necesaria en la región.
Las lluvias son la única fuente de humedad y, el desfasaje entre precipitaciones y necesidades hídricas, suele ser considerables. El avance de la agricultura y el mal uso del recurso suelo acentúan estas limitaciones. Dadas las características edáficas y climáticas de la región no se han logrado métodos precisos de diagnóstico para los distintos cultivos como en zonas húmedas, donde las variabilidades de suelo y clima son menores. En general, se han obtenido, para los distintos cultivos, métodos simples de recomendación.
El nitrógeno es el nutriente que presenta deficiencias más generalizadas en toda la región. El segundo nutriente limitante es el fósforo. Las deficiencias de fósforo sólo pueden ser corregidas con fertilización, mientras que para las de nitrógeno existen dos alternativas: rápida, a través de fertilización o lenta (progresiva) por el uso de pasturas a base de leguminosas.
Alfredo Bono
En la región litoral, de clima subtropical húmedo y en general en gran parte de la región pampeana de clima templado humedo hay muchos problemas de drenaje superficial y subsuperficial, en algunos años producen importantes afectaciones económicas, pero la formación de un cuerpo teórico práctico de conocimientos aplicables localmente aun es muy incipiente, y se necesita hacer experiencia, para lo que es necesario intensificar la formación profesional en drenaje
Geólogo Egidio S.Scotta
La fertilidad de un suelo tiene tres componentes: uno físico, uno químico y uno biológico. De todos ellos el más conocido por el productor es el químico, pues está acostumbrado a hablar de deficiencias de nitrógeno, fósforo y en algunos lugares de azufre, potasio.
Pero hay otro aspecto dentro del componente químico que comienza a manifestarse como problema y es la acidez del suelo
Ing. Agr., Ms Sc Sebastián Gambaudo
sgambaudo@wilnet.com.ar
Es aceptado que una de las funciones económicas del suelo es proporcionar y mantener una buena productividad de los cultivos. El manejo de los suelos, bajo esta premisa, deberá tender a sostener y a mejorar la calidad de este recurso natural. Para cuantificarla, los indicadores deben ser medidos través de la evaluación de las propiedades físicas, químicas y biológicas, las que deberán ser fáciles de determinar y sensibles a los cambios que generan las prácticas de manejo. El modelo de agricultura sustentable para los próximos años, deberá ser formulado examinando las fortalezas y debilidades del agro ecosistema, respetando los principios ecológicos básicos.
Debido a su heterogeneidad, el suelo, no posee estándares de calidad definidos, por lo que es difícil establecer una medida física, química o biológica que pueda mostrar adecuadamente su nivel de calidad. No obstante, los indicadores químicos y físicos caracterizan sus propiedades y adquieren importancia facilitando el diagnóstico agro-ecológico, especialmente cuando se los analiza en conjunto evaluando su cambio en el largo plazo.
El conocimiento de indicadores apropiados para cada zona permite evaluar los cambios producidos por los sistemas productivos, el manejo y la intensificación productiva.
En este trabajo se presentan indicadores de sustentabilidad del suelo en diferentes áreas del centro-sur de Córdoba. Estos reflejan el estado actual y pueden ser utilizados como línea base para comparar su evolución temporal a nivel de lotes de productores. Se incluyen todas las determinaciones realizadas con sus repeticiones georeferenciada
Marelli Hugo; Arce Juan; Marelli Patricio,Conde Belen. INTA Marcos Juárez.
La erosión eólica es un proceso muy frecuente en suelos agrícolas, que se conoce desde hace milenios. Sin embargo, sus magnitudes y mecanismos de funcionamiento se han dilucidado hace relativamente poco tiempo. Además de afectar la calidad de los suelos, la erosión puede producir impactos, aún son poco conocidos. sobre el ecosistema. Esto sucede al emitirse material en suspensión a la atmósfera en forma de nubes de polvo, que pueden afectar, inclusive, a la salud humana. Este artículo describe, sucintamente, lo que se conoce y lo que falta aún por conocer sobre estos dos aspectos
Daniel E. Buschiazzo.
Instituto de Ciencias de la Tierra y Ambientales (INCITAP, CONICET-UNLPampa). Santa Rosa, La Pampa