Inicio /Producción Vegetal / FERTILIZACIÓN PARA UNA ROTACIÓN TRIGO/SOJA-MAÍZ-SOJA EN EL CENTRO DE SANTA FE
El proceso de agriculturización de las últimas décadas, se traduce en aumentos notables de la productividad y producción de granos y sus niveles de exportación. La incorporación de tecnología es un factor fundamental en ese proceso, que incluye la siembra directa, el mejoramiento genético, la fertilización y otros. La gran productividad de los híbridos y variedades actuales, produce una gran extracción de nutrientes que debe reponerse para no producir una degradación del suelo y el ambiente. La importancia de realizar la correspondiente reposición de nutrientes, exige disponer de información sobre las principales rotaciones y niveles de fertilización a nivel regional. Los 12 años de estudio realizado para el Centro de Santa Fe permiten avances para la región en las distintas estrategias de fertilización y la necesidad de planificar la rotación y la fertilización en forma conjunta, con el análisis de suelo y agua correspondiente.
Ings. Agrs. (M. Sc.) Hugo S. Vivas y Ricardo Albrecht
El proceso de agriculturización de las últimas décadas, se traduce en aumentos notables de la productividad y producción de granos y sus niveles de exportación. La incorporación de tecnología es un factor fundamental en ese proceso, que incluye la siembra directa, el mejoramiento genético, la fertilización y otros. La gran productividad de los híbridos y variedades actuales, produce una gran extracción de nutrientes que debe reponerse para no producir una degradación del suelo y el ambiente. La importancia de realizar la correspondiente reposición de nutrientes, exige disponer de información sobre las principales rotaciones y niveles de fertilización a nivel regional. Los 12 años de estudio realizado para el Centro de Santa Fe permiten avances para la región en las distintas estrategias de fertilización y la necesidad de planificar la rotación y la fertilización en forma conjunta, con el análisis de suelo y agua correspondiente.
Ings. Agrs. (M. Sc.) Hugo S. Vivas y Ricardo Albrecht
Actualmente la mayoría de los productores utiliza siembra directa (SD) y otras tecnologías relacionadas. Entre ellas es relevante el uso de la fertilización y de los fertilizantes, que deben utilizarse con estrategia en función de la rotación. En los comienzos se investigaron las variantes de fertilización con N para cada cultivo (trigo o maíz), momentos de fertilización, respuesta varietal, respuesta para los distintos ambientes, etc. Fue útil porque era lo único disponible. Pero cuando en Santa Fe se conoció la deficiencia de P, (Hein, W. et al. 1981), la realidad fue más compleja porque este nutriente tiene una acción directa y otra residual. Por lo tanto cuando se realiza un análisis de margen el costo del P como fertilizante incide en más de un cultivo. El objetivo del actual trabajo se motiva en la necesidad de estudiar la fertilización con todos los nutrientes necesarios, involucrando a todos los cultivos de la rotación (Vivas, et al. 1993; Vivas, 1996). De acuerdo a su posición geográfica en el centro y norte de la provincia de Santa Fe se conoce con mucha aproximación la deficiencia nutricional de los suelos. En la región centro, este y litoral son necesarios el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el azufre (S). En cambio en el domo occidental generalmente se necesita el N. El S sólo en los suelos con mucha agricultura y el P es alto pero actualmente disminuye gradualmente. Se destaca la fertilización porque aunque los productores y técnicos saben de su importancia, no se utiliza la cantidad y la calidad merecida e incluso sobre el análisis del suelo la mayoría de los productores no lo tiene. La gran productividad de los híbridos y variedades actuales producen una extracción tremenda que debe reponerse para no producir una degradación del suelo y el ambiente. Las cosechas tienen diferentes propiedades y demandas, las gramíneas por el N y las leguminosas por el P y el S. Unos son muy móviles en profundidad como el N y el S mientras que otros como el P son poco móviles.
Luego de estas consideraciones comenzó una investigación en el campo de la Cooperativa Bernardo de Irigoyen sobre un suelo de la serie Clason. El estudio comenzó en el año 2000 y finalizó en 2012. Fue el único ensayo de investigación de larga duración en el centro de Santa Fe. El contenido inicial de P extractable fue de 11 ppm, la materia orgánica (MO) de 2,9 %, el nitrógeno de nitratos (N-NO3-) 7 ppm, el azufre de sulfatos (S- SO4-) 6 ppm y el pH 6,2. Fue un suelo deficiente en los tres elementos, N-P-S. La rotación propuesta fue Trigo/soja-Maíz-Soja y se establecieron 12 tratamientos, generados por la combinación de tres niveles de P (P0-P20-P40) como superfosfato triple de calcio y cuatro niveles de S (S0-S12-S24-S36) como Yeso, en un diseño de parcelas divididas en bloques completos al azar con cuatro repeticiones. El N no fue una variable y se ajustó a los objetivos de rendimiento de las gramíneas, para el maíz se utilizaron aproximadamente 100 kg/ha de N y para el trigo 60 kg/ha de N en la forma de Urea. Fueron 48 parcelas de 4,5 m x 12 m cada una. La rotación se repitió en cuatro oportunidades en el mismo sitio y se lograron 16 cosechas. Luego de los 10 años se dejó de aplicar P y el S para ver su variación en la producción y en el suelo. Todos los datos fueron analizados estadísticamente, análisis de la variancia y comparación de medias al 5% de probabilidad utilizando el test LSD (SAS, 2003). Se obtuvo información sobre la interacción P*S, rendimientos, carbono orgánico aportado por la biomasa, carbono del suelo (0-20 cm y 0-5 cm), dinámica del P edáfico (0-20 cm) y también la dinámica del S en el perfil que será comunicado en un próximo informe. Se pretendió que el S supere los 10 ppm y el P los 15 ppm en los primeros 20 cm de profundidad (Melgar, et al. 1995). En la rotación la fertilización con P-S más el N se realizó cada dos cosechas y siempre al momento de sembrar las gramíneas quedando los residuos para la leguminosa.
Los resultados obtenidos con las distintas dosis de fertilización y la interacción de nutrientes, aporta amplia información sobre su aplicación en una rotación trigo/soja-maíz-soja, en el centro de Santa Fe, en 12 años de estudio, entre el 2000 y 2012.
Se demostró que en las 16 cosechas, en 15 la interacción P*S no fue significativa, lo que indicó que sus efectos fueron aditivos. El S fue significativo en todas las 16 cosechas y el P fue importante solamente en 10. Se explicaría porque el P al funcionar en los primeros cm del suelo fue muy afectado por la variación del agua disponible en la solución del suelo y la planta no lo pudo absorber. En cambio el S al poder migrar en profundidad las raíces siempre lo pudieron tomar independientemente de las variaciones superficiales.
En los 12 años se fertilizó ocho veces con los correspondientes niveles de P y de S al momento del trigo y otro al momento del maíz. Hubo diferencias significativas por efectos del P y del S con sus gradientes. Se observó un gran efecto arrancador con el P y un buen aporte de biomasa por el S.
Surgieron 12 alternativas de fertilización con sus rendimientos, de los cuales la combinación P0 junto a sus niveles de S no son aconsejables porque continúan degradando el suelo a pesar que generen más producción. Las alternativas están con P20 y sobre todo P40.
El Carbono Orgánico aportado fue proporcional a la producción de grano. Las Leguminosas aportaron el 34,92 % del carbono y las Gramineas el 65,08 %, (Alvarez et al. 2011).
Sobre el carbono del suelo, luego de 11 años y con las técnicas clásicas se encontró una clara tendencia al aumento pero no alcanzó a ser significativo (Vivas el al. 2012),
Si bien no hubo diferencias significativas existió una clara tendencia a serlo. En las dos profundidades todas las dosis de P con S0 estuvieron por debajo del promedio, mientras las que superaron a S12 fueron superiores al promedio y de una forma muy consistente. Esto implica que aun superando los 11 años de trabajo todavía no fueron suficientes para encontrar diferencias significativas en el carbono o materia orgánica del suelo. Aunque en términos prácticos con la SD y la Fertilización hubo mayor producción de granos y una tendencia de aumentos en el Carbono o MO del suelo.
Una guía fundamental la constituyó la evolución del P extractable. Para toda rotación es deseable que este elemento funcione por sobre los 15 ppm para evitar la degradación del suelo sobre un nutriente que es imprescindible y no se dispone en Argentina.
La dosis P0 continuó produciendo cosechas pero degradando el suelo porque nunca se fertilizó con P pasando de 11 ppm en el 2000 a 7,9 en 2012. La dosis P20 produjo incrementos productivos con buenos márgenes pero sin modificar la deficiencia inicial de P que solo alcanzó los 11,6 ppm. Sólo con P40 se superó ampliamente los 15 ppm, pero cuando en 2010 se abandonó la fertilización con P, el índice disminuyó con gran facilidad. Lo cual indica la necesidad de mantener la fertilización. El S tuvo gran influencia en la producción de granos y siempre debe utilizarse en compañía del P. Se dispone información del S y su evolución en el perfil del suelo pero será comunicado en un próximo Informe Técnico de Forinder.
Los resultados, con el correspondiente nivel de detalle, están disponibles y pueden ser solicitados al siguiente mail (hvivas@arnet.com.ar).
Se concluye que:
Referencias
Alvarez, R.; H. S. Steinbach y A. Bono. 2011. An Artificial Neural Network Approach for Predicting Soil Carbon Budget in Agroecosystems. Soil Fertility and Plant Nutrition. SSSAJ. Volume 75. Number 3. May-June 2011.
Hein W. I. H; J. L. Panigatti; N. E. Hein y R. F. Moresco. 1981. Niveles de Fósforo disponible en suelos del Área de la EERA Rafaela. Informe Técnico N° 7.
Melgar, et al. 1995. “El análisis de suelo como predictor de la respuesta de la soja a la fertilización fosfatada”. Primer Congreso Nacional de Soja. Segunda Reunión Nacional de Oleaginosas. Tomo I. Octubre de 1995. Pergamino (Bs. As.) Argentina. p 167 – 174.
SAS 2004. SAS Institute Inc. 2004. SAS OnlineDoc® 9.1.3. Cary, NC: SAS Institute Inc.
Vivas, et al. 1993. “Variación del fósforo residual del suelo en una secuencia de cultivos del noreste de Santa Fe”. XIV Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo. Mendoza, 25 - 29 de octubre.
Vivas, 1996. “Corrección del fósforo edáfico en una rotación agrícola del centro-este de la provincia de Santa Fe. II. Residualidad del fósforo en la producción de soja. Campaña 1995/96”. INTA, EEA Rafaela. Información Técnica Nº 202. 6 pp. Publicación Miscelánea Nº 80
Vivas, H. S.; N. Vera Candioti, R. Albrecht, L. Martins y J. L. Hotián. 2012. Fertilización P*S sobre los aportes de carbono edáfico en una rotación agrícola. XIX Congreso Latinoamericano y XXIII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo. Mar del Plata. 16 al 20 de abril de 2012.