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La generación y adaptación de las nuevas tecnologías en el cultivo de algodón surgieron como consecuencia de la crisis algodonera ocurrida entre los años 1998 y 2003. Ante esta la investigación se orientó a diseñar y ajustar prácticas de cultivo que posibilitaran mejorar la rentabilidad, tratando en lo posible de incrementar o sostener los niveles de rendimiento pero fundamentalmente centrándose en la disminución de los costos.
Ing. Agr. Oscar Peterlín (oscarpeterlin@gmail.com)
La generación y adaptación de las nuevas tecnologías en el cultivo de algodón surgieron como consecuencia de la crisis algodonera ocurrida entre los años 1998 y 2003. Ante esta la investigación se orientó a diseñar y ajustar prácticas de cultivo que posibilitaran mejorar la rentabilidad, tratando en lo posible de incrementar o sostener los niveles de rendimiento pero fundamentalmente centrándose en la disminución de los costos.
Ing. Agr. Oscar Peterlín (oscarpeterlin@gmail.com)
Se puede puntualizar como factor desencadenante de la generación y adaptación de las nuevas tecnologías que se están aplicando actualmente en el cultivo de algodón la crisis de la economía algodonera entre los años 1998 y 2003 con caída de precios internacionales, incremento en la volatilidad de mercados, posicionamiento tecnológico ventajoso de cultivos competidores, ocurrencia de adversidades climáticas en las principales provincias productoras, elevados costos del cultivo acompañado en general con reducidos rendimientos y además la situación cambiaria que también hacia demasiado onerosa la introducción de equipamientos importados como por ejemplo cosechadoras.
Ante esa realidad los trabajos de investigación se orientaron a diseñar y ajustar prácticas de cultivo que posibilitaran mejorar la rentabilidad, tratando en lo posible de incrementar o sostener los niveles de rendimiento pero fundamentalmente centrándose en la disminución de los costos.
En ese sentido se considera que la realización del cultivo en surcos estrechos, con alta densidad de plantas y fuerte regulación del crecimiento se constituyó en un FACTOR CLAVE que respondió plenamente a ese objetivo ya que posibilito mejoras notables de rendimientos acompañado por reducciones significativas de costos.
Los productores dados las evidentes ventajas de este nuevo sistema de cultivo lo adoptaron rápidamente, y su generalización trajo aparejado la transformación del sistema de siembra, de cosecha, de desmote e inclusive de la comercialización de la fibra.
Explican la mejora del rendimiento, la mayor eficiencia en la intercepción de la radiación solar incidente, la optimización del uso del agua dado que el estrechamiento y la alta densidad de plantas crea una cobertura que reduce notablemente la evaporación, y la mejora que se logra con la regulación del crecimiento de la eficiencia de partición o índice de cosecha, en este contexto también se hace más eficiente el uso de los nutrientes disponibles.
Las plagas reducen su incidencia dado que al acortarse notablemente el periodo de fructificación de cinco semanas en surcos a un metro a una duración de dos a tres semanas en los cultivos de surcos estrechos el periodo de susceptibilidad a los ataque se acorta lo que posibilita reducir los requerimientos en el uso de insecticidas Esta reducción en el periodo de susceptibilidad al ataque tiene notable trascendencia en la estrategia de manejo del Picudo del Algodonero, ya que al concentrarse la producción en dos a tres semanas esta puede escapar fácilmente a los daños que puede ocasionar esta plaga.
Respecto a las malezas también se disminuye el costo en herbicida ya que el cultivo de surcos estrechos cierra rápidamente el entresurco reduciendo en un periodo prolongado del cultivo la emergencia de las mismas.
Combinando adecuadamente con el sistema de surcos estrechos adquirió suma importancia la aparición de cultivares con transgenes que posibilitaron el uso del glifosato en el control de malezas y la resistencia al ataque de lepidópteros, ambos transgenes posibilitaron simplificar el manejo del cultivo, reducir costos y el logro de mejoras en los rendimientos.
A la reconocida capacidad del algodón de adaptarse a suelos con condiciones difíciles para la producción agrícola, como ser baja fertilidad, bajo contenido de materia orgánica, alta alcalinidad, salinidad, características de suelos inundables o con disponibilidades hídricas muy ajustadas, se le incorporo la rotación con otros cultivos como soja y sorgo o maíz, esto posibilita sostener e inclusivo mejorar los rendimientos. Al efecto se ha determinado que la secuencia más efectiva, en la que los cultivos alcanzan una adecuada complementación entre sí, es la secuencia de sorgo o maíz, soja y algodón volviéndose luego al sorgo o maíz.
Otra tecnología a aplicar es la que evita al final del cultivo el rebrote, esto se logra con una aplicación tardía de regulador (aproximadamente a los 80 a 90 días desde la siembra). Un cultivo a cosecha sin rebrotes hace más efectiva la defoliación, se facilita la cosecha y se logra un algodón cosechado de mejor grado comercial. Además en areas con ataques de picudo se evita la proliferación tardía de sus poblaciones.
Dada la practicidad de poder usar la misma sembradora que para maíz, sorgo y soja, el estrechamiento más conveniente es el de 52 cm entre surcos, y para su cosecha en Argentina se difundió el uso de cosechadoras arrancadoras con peines que arranca los capullos con sus brácteas y algunos tallos y que tienen montado un sistema de limpieza para reducir la proporción del material extraño, no obstante el algodón que cosecha difícilmente pueda superar el 28 % de rendimiento de fibra al desmote. La mayor proporción de material extraño obligo a transformar el equipamiento del desmote incrementándose el número de elementos de limpieza a fin de obtener fibra con la calidad que pueda ser industrializada con normalidad. En la comercialización de la fibra provoco cambios en el grado comercial de referencia que paso de C1/2 a D, aunque la fibra obtenida no fue afectada en su calidad tecnológica, por lo tanto los hilanderos siguieron obteniendo los buenos parámetros de longitud, uniformidad, resistencia, elongación y micronaire que manifiestan los cultivares que se están utilizando.
Respecto a avances tecnológicos hacia el futuro de este cultivo cabe esperar un aporte significativo desde lo biotecnológico con nuevos cultivares provistos de genes cada vez sofisticados que simplifiquen aún más el manejo de insectos plagas y malezas y por otra parte posibiliten mejoras en la capacidad fotosintética que permitan optimizar el aprovechamiento de agua y nutrientes en condiciones de escasa disponibilidad de los mismos, lo que daría al algodón la chance de expandir su cultivo a areas cada vez más marginales.
También se debe destacar que se está avanzando en el diseño de mecanismos montados en la cosechadora que dejen al algodón cosechado en rollos compactados y protegidos de las lluvias y que a su vez permitan simplificar y reducir costos en el manejo del algodón cosechado, siendo fundamental esta innovación en todo lo relacionado al transporte y su depósito en desmotadora evitando tiempos prolongados de espera a los camiones que redundaría en menores costos.
Todo este conjunto de tecnologías y seguramente las que se vayan desarrollando hacia el futuro estarán enfocadas a lograr, en las condiciones agroecológicas, de las areas algodoneras Argentinas, de características inferiores a las de una gran mayoría de países productores, un algodón que posibilite una rentabilidad adecuada para el productor y con fibra demandada por la industria textil a precios realmente muy competitivos